Que el sargazo no debe ser un impedimento para visitar el Caribe Mexicano. La sentencia proviene de una de las empresas mexicanas más poderosas de la industria turística de Quintana Roo: El Grupo Lomas, liderado por la no menos influyente Dolores López Lira y por su hija, Samantha Frachey, vicepresidenta del consorcio.
Ambas compartieron diferentes reflexiones y opiniones sobre la problemática, subrayando la necesidad de “educar, en lugar de negar la realidad”; de diversificar las experiencias más allá de la oferta de sol y playa; de trazar una ruta real para atender el fenómeno y de comunicar mejor.
“Tú no dejas de viajar a Londres porque va a llover y llueve 200 o 300 días al año. Tú no dejas de ir a Europa en verano, porque te vas a rostizar y vas a estar peor que en Tepetongo.
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“Es la realidad y tenemos que hacer lo mismo con este destino y tenemos la gran ventaja, versus otras islas del Caribe, que no solo somos sol y playa y tenemos grandes riquezas gastronómicas, culturales, cenotes. Realmente estamos bendecidos. Entonces tenemos que voltear y educar y afrontar el problema”, afirmó Frachey.
Dijo esto para explicar que las condiciones naturales y geográficas de una región no son ni deben ser un obstáculo para visitarlo o una razón para inhibir un viaje.
La empresaria comentó que hace una semana la situación se complicó en ciertas playas, pero quizá en estos días no esté igual. Citó comentarios de huéspedes que aún habiendo sargazo, recomiendan la estancia, manifestando que “esto” –el sargazo– “no les debe arruinar la vacación”.
“No podemos escondernos, pero sí podemos educar de lo que sí tenemos”, subrayó, al insistir en que hay formas para conocer qué playas son más susceptibles de verse afectadas y visitar otras; no centrar el disfrute de la vacación en la playa, sino en actividades diversas como:
- cenotes
- tours por la selva
- salir en catamarán
- visitar parques ecoturísticos
- zonas arqueológicas
- comunidades indígenas que trabajan con abejas meliponas.
“El turismo social. Eso también se está volviendo interesante y atractivo. Ya Cancún tampoco tiene que ser ese lugar en el que el turismo viene solo por la fiesta, por la playa…pueden hacer otra cosa. Pueden venir siempre. No todo el mundo se mete todo el tiempo en las playas”, manifestó.
En esa línea enfatizó que hay que comunicar también que no en todas las playas hay sargazo todo el tiempo.
“Decía Marisol Vanegas (ex secretaria estatal de Turismo) hace muchos años: ‘Ni todos los días, ni todas las playas’ (…) “Por eso insisto en que hay que educar, educar y educar”, agregó.
Sargaceros, pilares de la industria como los albañiles
Las dos empresarias también dejaron claro que es necesario reconocer y poner en valor el trabajo hecho por las y los empleados dedicados a recolectar la macroalga que recala masivamente en playas del estado a lo largo de cada temporada, que suele iniciar en marzo, tiene su clímax de junio a agosto y culmina entre septiembre y octubre, habitualmente, aunque nada está escrito en ese tema.
Lolita López Lira enfatizó la importancia del trabajo de las y los sargaceros, por lo duro de sus jornadas. También equiparó su importancia a la del personal de la construcción que ha edificado la industria de hospedaje del Caribe Mexicano.
“Mis respetos. Como dicen, nos quitamos el sombrero para esa gente trabajando en el sargazo, porque es un trabajo a pleno sol, con todo en su contra: El agua de mar, el mismo sargazo.
“Entonces son así como los albañiles, yo creo que de las personas más respetables en esta industria”, manifestó.
A pregunta expresa, Frachey detalló que el grupo hotelero destina, en promedio, 60 mil dólares mensuales para atender la recolección del sargazo, empleando de 50 a 60 personas contratados ya como “sargaceros”. Durante la temporada baja, estos empleados pueden ser reubicados en áreas como jardinería o mantenimiento.
Tan solo hoy en uno de los hoteles del Grupo, ubicado en playas de Maroma, se retiraron 28 volquetes de sargazo, lo que requirió emplear dos retroexcavadoras y una barredora.
“Falta continuidad y un proyecto sólido”
Al ser cuestionada sobre la coordinación entre hoteles y gobiernos frente al sargazo, Lolita López Lira explicó que el reto no es la falta de voluntad, sino la necesidad de continuidad y consistencia en las acciones y la unificación.
“No hay una continuidad entre unos gobiernos y otros para poder hacer un proyecto sólido que se mantenga”, sostuvo.
Frachey, añadió que ha sobrado la actitud de “¡ah, ya la libramos este año!”, pero subrayó que los esfuerzos deben acelerarse, ya que cada año el volumen de estas macroalgas, aumenta.
“Es importante que se le dé ese grado de urgencia, porque ya está siendo una emergencia”, remarcó, para añadir que la problemática “ya nos traspasó”, pues comienza a afectar a otros sectores, como el pesquero.
Sobre algunas de las soluciones aplicadas consideró que no todas han funcionado adecuadamente.
Habló entonces de un tipo de barreras flotantes para contener el alga antes de llegar a la orilla, que no funcionaron del todo porque se vieron sobrepasadas por el oleaje, las redes que se colocaron debajo resultaron ineficientes por su tamaño; las más pequeñas atrapaban peces y las más grandes no retenían el sargazo.
Planteó que se requiere una comisión permanente que trascienda partidos o gobiernos y permita mantener un enfoque sostenido para encarar la problemática.
A favor de cosechar sargazo en mar abierto
Respecto a la posible clasificación del sargazo como producto pesquero, para posibilitar su comercialización, afirmó que podría facilitar la cooperación con pescadores, generar ingresos y contribuir a la restauración de ecosistemas marinos.
En ese sentido explicó que el Grupo Lomas ya recolecta el sargazo en el mar, conforme a los lineamientos marcados por las autoridades, pero no lo comercializa, porque legalmente no es posible aún.
En consecuencia, trabajan con una empresa privada, autorizada para darle disposición final adecuada a la macroalga, que flotando en el mar es un recurso pesquero, pero ya en la costa se vuelve un residuo de manejo especial.
También adelantó que diseñan un proyecto para obtener composta con el sargazo, que será presentado una vez concluido.
Sobre la intención de posibilitar su colecta en el mar, ya como un producto pesquero, mencionó que les fue comunicado que esto sucedería muy probablemente desde Xcalak y Mahahual, que es por donde entra al Caribe Mexicano y baja hacia la costa norte de la entidad.
Reconoció que, si bien no hay una fórmula definitiva, el aprendizaje ha sido empírico, por lo que resaltó la necesidad de colaboración con sectores científicos o tecnológicos para desarrollar soluciones eficaces.
“Todos hemos aprendido. Esto ha sido empírico. Pero ahora tenemos datos que nos permiten reaccionar de forma diferente y eso es lo que deberíamos de hacer. Sí se debe de cosechar en el mar, sí se debe cosechar antes, me parece que es hacia Mahahual donde llega y se podía contener y evitar que se reproduzca en el trayecto.
“Insisto, tenemos que encontrar esta alianza, esta persona o esta mente brillante en algún lado de la industria, no necesariamente turística, puede ser científica, que nos ayude”, expresó.