Playa del Carmen se prepara para recibir una ocupación turística de más del 85% durante esta Semana Santa, una de las temporadas más esperadas del año. Sin embargo, los pequeños hoteles enfrentan una fuerte competencia desleal por parte de las rentas vacacionales irregulares, señaló Offner Arjona, presidente de la Asociación Civil de Pequeños Hoteles.
Arjona destacó que este fenómeno impacta directamente la estabilidad económica del sector hotelero formal, cuyos empresarios cumplen con requisitos legales y fiscales que no se exigen a los oferentes de hospedaje informal.
“Las rentas vacacionales son como el comercio ambulante para los empleados del sector hotelero. Nosotros pagamos Infonavit, Seguro Social y todos los impuestos; ellos no”, afirmó.
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Reservaciones de último minuto complican el panorama
Otro reto que enfrentan los pequeños hoteles es la costumbre del turista nacional de reservar con muy poca anticipación. Según Arjona, en estas fechas los vacacionistas mexicanos suelen hacer sus reservaciones dentro de un margen de 72 horas, e incluso el mismo día.
Esto genera incertidumbre en las proyecciones de ocupación y tarifas, complicando aún más la situación para los empresarios hoteleros.
Exigen “piso parejo” en la regulación del hospedaje
La Asociación de Pequeños Hoteles ha solicitado a las autoridades establecer reglas claras y equitativas para todos los actores del sector turístico. Arjona subrayó que mientras los hoteles formales cumplen con licencias de funcionamiento, protección civil, impuestos y otros requerimientos, quienes ofrecen rentas vacacionales operan sin regulaciones ni fiscalización.
“El gobierno debe generar certidumbre y cuidar la economía de las familias que ahorran para vacacionar. Muchos turistas reservan rentas vacacionales y al llegar no encuentran el lugar, les duplican la reserva o no les abren. Esto daña la imagen del destino”, comentó.
Tarifas disminuidas hasta en un 35%
Aunque la ocupación hotelera en la última semana se mantiene por arriba del 87%, Arjona reveló que los pequeños hoteles han tenido que reducir sus tarifas entre un 30% y un 35% para competir en el mercado.
Añadió que los pequeños hoteles son quienes soportan mayores cargas fiscales, por lo que es fundamental mantener condiciones justas para poder seguir generando empleo y aportar a la economía local.
“En un mercado de oferta y demanda, cuando el gobierno impone nuevos impuestos pensando que lo pagará el turista, en realidad lo absorben los empresarios pequeños, mientras que las rentas vacacionales tienen más margen para negociar”, explicó.