Activistas de Solidaridad celebran el cierre de los delfinarios ubicados en los hoteles Bahía Príncipe y Riviera Maya, donde se encontraban al menos 17 delfines en condiciones precarias.
Según Jéssica González, coordinadora de “Empty the Tanks México”, esta decisión podría estar relacionada con la presión social y la mala publicidad generada por las constantes protestas de asociaciones civiles que buscan concientizar sobre la explotación animal.
Los cierres responden a la creciente preocupación por el bienestar de los delfines. González informó que el delfinario en el hotel Bahía Príncipe cerró de forma permanente, donde se mantenían cuatro delfines.
Po rotro lado, el centro ubicado frente al hotel Hard Rock, conocido como “Riviera Maya”, suspendió temporalmente sus actividades, afectando a 17 delfines.
La activista expresó su inquietud sobre el traslado de los animales, ya que prácticas anteriores han involucrado transportes inadecuados que generan estrés severo en estas especies.
Se espera que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informen sobre el destino de los delfines.
La preocupación radica en que, en ocasiones anteriores, los traslados se han realizado en condiciones no óptimas, lo que afecta la salud de los animales.
González también destacó que la empresa Dolphinaris, responsable de operar el delfinario en el hotel Barceló, sigue en funcionamiento a pesar de haber enfrentado múltiples escándalos relacionados con el trato a los delfines.
En el caso del Bahía Príncipe, los activistas denunciaron que las instalaciones eran inadecuadas, con piscinas de apenas 20 metros de largo, poca profundidad y sin protección solar, condiciones peores que las ofrecidas a los huéspedes del hotel.