La empresa Tren Maya S.A. de C.V., encargada de operar el proyecto ferroviario, ha pagado millones de pesos a la compañía Susoma Soluciones Ambientales S. de R.L. de C.V. para el control de fauna “nociva” en la zona. Sin embargo, ambientalistas advierten que se trata de especies en peligro de extinción, desplazadas por la construcción del tren.
Según Laura Patiño Esquivel, presidenta de la organización Moce Yax Cuxtal, la obra es una “tragedia ecosistémica” que no ha generado la afluencia turística prometida, pero sí un grave daño ambiental.
Dijo que han visto que en los tiempos de lluvia cómo se inundan los pasos de fauna que instalaron en el Tren Maya, que lejos de ser un beneficio son un riesgo.
Además, criticó el uso del término “fauna nociva” por parte de las compañías encargadas de ahuyentar, capturar, remover e incluso sacrificar animales en las cercanías del tren.
Reforestación insuficiente y promesas incumplidas
Patiño Esquivel también cuestionó la reforestación en la zona del Tren Maya, donde se han plantado árboles de apenas 50 a 80 centímetros de altura, lo que considera insuficiente.
“Son árboles de 80 centímetros de alto, pero son arbolitos de 50 a 60 centímetros, bueno realmente cuándo vamos a ver el beneficio real de esa reforestación que están haciendo,
porque nunca se va a comparar con lo que teníamos y eso nos tiene que quedar claro a todos los ciudadanos de Quintana Roo”, advirtió.
Además, recordó que los encargados del Tren Maya prometieron replantar los árboles retirados de la carretera federal 307 y el bulevar de Playa del Carmen en el jardín botánico de Puerto Morelos, pero esto nunca sucedió.