El terreno abandonado del ISSSTE en Cancún, ubicado junto a la Secundaria Ricardo Flores Magón en Cancún, se ha convertido en un foco rojo de inseguridad y peligro para la comunidad escolar.
Luego del llamado hecho por el director del plantel, Adrián Iván Salazar Ferraez, para que las autoridades atiendan la problemática que vive el centro escolar, NewsDay Caribe realizó un recorrido y constató que terreno abandonado del ISSSTE en Cancún luce deteriorado, sucio, grafiteado, y lleno de basura, escombros, ropa sucia en jirones, zapatos, juguetes y ceniza.
El sitio se ha vuelto refugio de personas en situación de calle que, además de vivir ahí, han perpetrado múltiples robos al plantel y ponen en riesgo la integridad física y emocional de los alumnos.
Robos constantes se atribuyen al terreno abandonado del ISSSTE en Cancún
En tres ocasiones distintas, la escuela ha sufrido el robo de cableado eléctrico, afectando instalaciones fundamentales como la biblioteca, el salón de cómputo y la iluminación de diferentes áreas del plantel.
“Nos robaron más de 100 metros de cable, afectando, pues, instalaciones de la escuela. Por ejemplo, ahorita no podemos usar la biblioteca, no podemos usar nuestro salón de cómputo y un salón de alumnos se quedó también sin electricidad”, dijo el profesor, quien añadió que las reparaciones o la sustitución de cableado les ha implicado costos por 12 mil pesos.
La falta de electricidad –provocada por el robo del cableado– tiene un impacto directo en el aprendizaje y bienestar de las y los estudiantes, especialmente ante las altas temperaturas que se registran en Cancún.
“Muchos de nuestros salones tienen aire acondicionado por el esfuerzo de muchos papás… entonces eso afecta, porque los niños se quedan sin aire acondicionado, se quedan sin ventiladores, se quedan sin electricidad, entonces toman clases en un salón con muchísimo calor”, expuso.
El director relató que en uno de los robos lograron detener al ladrón “in fraganti” y presentaron denuncia ante la fiscalía, pero la problemática persiste.
El docente atribuye estos hechos al abandono del terreno:
“Todo esto nosotros se lo atribuimos al terreno abandonado del ISSSTE en Cancún, en donde hay muchas personas sin hogar viviendo dentro de la tienda y en la caseta”.
Este espacio, además de ser un refugio, representa un riesgo constante para los alumnos, quienes han sido testigos de conductas inapropiadas.
“Los niños han llegado a ver en la caseta… han visto gente ahí drogándose, han visto gente desnuda, han visto gente teniendo relaciones sexuales, y todo eso de verdad es un peligro, y forma parte de un daño psicológico también para nuestros niños, que no tendrían por qué estar enfrentándose a estas situaciones en su escuela”, narró.
En efecto, desde el plantel se observa lo que ocurre en la caseta: grafiteada, desmantelada, con basura quemada en el interior y, desde la misma, se puede ver lo que ocurre en la escuela.
Las maestras se quejan de que las personas en situación de calle realizan actos obscenos desde ahí, para ser vistos por el estudiantado.
El terreno abandonado del ISSSTE en Cancún, también es un paso habitual para estudiantes, familiares, trabajadores y pacientes, lo que incrementa la exposición a riesgos.
“Las madres de familia nos han reportado que estas personas les dicen cosas obviamente obscenas; los niños nos han reportado que han intentado venderles droga también.
Es un foco rojo para muchas cosas: para infecciones, para drogadicción, para delincuencia, para robos, y yo creo que estamos a tiempo de evitar que pase algo más”, alertó el director.
Respecto a la respuesta oficial, el maestro señaló que las autoridades argumentan que, debido a que el edificio abandonado del ISSSTE y la caseta son propiedad privada, no pueden intervenir.
Sobre acciones de mantenimiento, comentó que “han venido a hacer limpieza en una ocasión… pero no es algo constante, estamos hablando de hace dos años que se realizó la limpieza anterior”.
Para proteger al alumnado, la escuela ha tomado algunas medidas internas, entre ellas solicitar una cooperación entre las y los padres de familia para pagar el aumento de altura de la barda perimetral que colinda con la caseta.
“Pero eso mantiene seguros a los niños dentro del plantel, pero no los mantiene seguros ni a la hora de la salida ni a la hora de la entrada, cuando tienen ese paso por el terreno abandonado del ISSSTE en Cancún”.