Los trabajadores operativos de hoteles y obreros son los grupos más vulnerables a sufrir problemas de salud mental que pueden derivar en suicidios, según datos oficiales de la Fiscalía General del Estado (FGE). En 2024, 47 personas se quitaron la vida: 37 hombres y 10 mujeres. Este incremento en casos femeninos preocupa, especialmente porque incluye a dos adolescentes de 12 y 16 años.
La psicóloga Lizette Rosado, de la Secretaría de Salud, explicó que quienes laboran como camareros, lavaplatos y cantineros, entre otros roles operativos en hoteles, son más propensos a estos desenlaces que los empleados administrativos. En el último año, también se ha registrado un aumento de casos entre obreros de electricidad, albañilería y carpintería.
Las cifras históricas de suicidios en Solidaridad muestran una tendencia preocupante:
- 2021: 17 casos (11 hombres, 6 mujeres).
- 2022: 18 casos (16 hombres, 2 mujeres).
- 2023: 54 casos (46 hombres, 8 mujeres).
- 2024: 47 casos (37 hombres, 10 mujeres).
En 2025, la Secretaría de Salud municipal ya ha registrado dos casos en lo que va del año.
Estrategias de prevención: un enfoque comunitario
Para combatir esta problemática, la Secretaría de Salud y la Unidad de Asuntos Religiosos del municipio de Solidaridad realizaron el “Primer Conversatorio con Ministros de Culto contra el Suicidio”, con la participación de 30 líderes religiosos, entre sacerdotes, pastores y ministros de distintas denominaciones. Según el titular de la Unidad, León Ballesteros Reyes, esta colaboración busca fortalecer la atención espiritual y psicológica en las comunidades.
El evento tuvo lugar en el salón Oval del nuevo Palacio Municipal y se propusieron acciones como:
- Brindar apoyo a trabajadores del sector turístico que se encuentran en situaciones de soledad y depresión.
- Capacitar a líderes religiosos con talleres especializados en prevención del suicidio.
- Crear una red de apoyo con asistencia espiritual respaldada por asesoría psicológica.
El papel de la religión en la prevención del suicidio
El conversatorio abordó temas delicados, como la satanización del suicidio en algunas congregaciones religiosas. Se enfatizó la importancia de eliminar el estigma hacia las familias afectadas y de brindar apoyo espiritual a quienes enfrentan esta problemática.
Líderes religiosos, como el pastor Moisés, señalaron que es fundamental capacitar a los nuevos ministros para abordar el suicidio con sensibilidad y atención profesional. Además, se propuso incluir acompañamiento terapéutico para los mismos líderes religiosos, quienes también enfrentan situaciones que afectan su bienestar emocional.
Factores de riesgo y líneas de acción
Los factores más comunes que llevan a hombres y mujeres al suicidio incluyen:
- Edad: varones de 29 a 50 años, principalmente solteros y desempleados.
- Uso de sustancias: el consumo de alcohol y drogas incrementa el riesgo.
Por ello, León Ballesteros destacó la necesidad de reconstruir el tejido social, combatir las adicciones y fomentar una colaboración sólida entre el gobierno y las comunidades religiosas. La estrategia se alinea con el programa federal “Estrategia de Paz”, que busca integrar a las comunidades de fe en la prevención del suicidio.
“Entendemos que el gobierno no siempre puede tocar el corazón de las personas, pero las comunidades de fe sí pueden. Nuestra labor es facilitar espacios y coordinar esfuerzos para trabajar juntos en este objetivo común”, concluyó Ballesteros.
