Con una inversión de siete mil 777 millones de pesos, la empresa Tren Maya S.A. de C.V. proyecta la remoción de 259.59 hectáreas de vegetación forestal, en un predio total de 261.88 hectáreas, para la construcción de una nueva terminal en Cancún, que operará como estación de carga y descarga de productos, mercancías y materias primas, con excepción de sustancias peligrosas, para su resguardo, manejo y transporte ferroviario.
Dicha terminal forma parte del Sistema de trenes de carga del Tren Maya, compuesto por nueve estaciones de servicio de carga distribuidas a lo largo del trazo del megaproyecto.
La llamada “Terminal Multimodal Cancún” se ubicará en un predio propiedad del gobierno de Quintana Roo, a un costado de las vías del Tren Maya, con dirección al Aeropuerto Internacional de la ciudad.
Estas instalaciones están consideradas como “un almacén temporal destinado a depositar la carga proveniente de vías terrestres de autotransportes”.
Las obras incluyen infraestructura ferroviaria, vial, administrativa, de seguridad y servicios, entre las que destacan una Antena TETRA y caseta de acceso vehicular y peatonal; alojamiento temporal rotativo para elementos de la Guardia Nacional y tripulaciones.
Tendrá su propia planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) y planta potabilizadora; oficinas administrativas, talleres de locomotoras y estación de bomberos.
También contará con un recinto fiscalizado o edificio aduanal y caseta de control ferroviario, una zona de abastecimiento de combustible, patio de maniobras, plataforma intermodal, una estación de vigilancia elevada, zona de lavado de locomotoras, área de lockers y cuarto de transformadores.
Se incluirá un almacén para residuos peligrosos, báscula, cuarto de bombas, cisternas, subestación eléctrica, así como vialidades internas con banquetas, jardineras y área libre.
El proyecto fue ingresado el 7 de marzo a la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA), órgano de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), para someterse al Procedimiento de Evaluación del Impacto Ambiental (PEIA), como lo establece la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA).
Se desconoce si las obras comenzaron previamente, como ha sucedido con el megaproyecto Tren Maya y sus obras complementarias, pero la evaluación del proyecto como tal comenzó el pasado 23 de abril.
Las actividades que se realizarán en esa terminal consisten en la transferencia de materia prima o productos provenientes del transporte terrestre —carreteras o vías férreas— que continuarán por el Tren Maya de carga a través del sureste mexicano, de acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) consultada por NewsDay Caribe.
“La Terminal Multimodal Cancún formará parte esencial del Proyecto Tren Maya, en donde el transporte de carga por ferrocarril desempeñará un papel fundamental en el desarrollo económico y la eficiencia logística de una región; a su vez, ofrecerá una serie de ventajas significativas en comparación con otros modos, como el autotransporte y el transporte aéreo.
“La capacidad de carga masiva, la eficiencia energética y la menor huella ambiental son algunos de los aspectos que hacen del tren una opción atractiva para el transporte de mercancías a mediana y larga distancia”, se lee en el documento.
El polémico megaproyecto Tren Maya conecta mediante mil 460 kilómetros de vía férrea a los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Aunque su función más publicitada es la turística, desde su origen contempla también operar como un tren de carga que comunique a los principales centros de producción de la región sureste.
La función principal del proyecto será la trazabilidad de la mercancía de carga. Las terminales de transferencia —como la Terminal Multimodal Cancún— pretenden garantizar una mejor articulación modal entre ferrocarril y otros medios de transporte, evitando demoras en carga y descarga, y agilizando la concentración y redistribución de la carga en contenedores, remolques y semirremolques.
Como parte del proyecto sometido a evaluación, presuntamente se cuenta con estudios preliminares hidrológicos, geohidrológicos y geofísicos.
Entre las actividades contempladas está la habilitación de caminos de acceso existentes, la instalación de obras provisionales como campamentos, almacenes y patios de maquinaria, y la delimitación del perímetro.
Para la construcción del proyecto se requerirá del uso de maquinaria que operará con combustible tipo diésel, según se indica.
La recarga de combustible se realizará con vehículos que cuenten con el personal, señalización y aditamentos adecuados para el despacho del combustible, así como con un kit antiderrame para atender contingencias.
Si bien se asegura que dicha recarga “preferentemente se hará en un sitio donde el suelo no esté expuesto”, está ya ampliamente documentado que el suelo de la región es kárstico y altamente poroso, por lo cual el riesgo de que se infiltre hacia el acuífero es muy alto o al menos, muy probable.
“Se colocará una lona impermeable de tamaño adecuado debajo de los vehículos y maquinaria, o se cubrirá la superficie con materiales absorbentes o aislantes entre el suelo y el combustible, con el fin de evitar la contaminación del suelo”, según lo que propone la empresa Tren Maya.
Se aplicará —pretendidamente— un programa de rescate y reubicación de flora y fauna y otro de manejo de residuos; el desmonte de vegetación ya mencionada, despalme, excavación y salvamento arqueológico.
Del total de la inversión —los 7 mil 777 millones de pesos— un 15 por ciento se destinará a las medidas de prevención, mitigación y compensación, según la empresa Tren Maya.
