Los menores infractores que son detenidos por las autoridades de Seguridad Pública están siendo atendidos de manera integral cuando son llevados a la Secretaría de Justicia Cívica y Convivencia Humana, para ser remitidos al área psicológica, la cual es nueva en esta presente administración, ya que las y los jóvenes cometen faltas en la vía pública por estar consumiendo drogas como marihuana y cristal, informó Kandy Mendoza, titular de la Secretaría de Justicia Cívica y Convivencia Humana.
Manifestó que están teniendo buenos resultados porque los menores infractores no faltan a sus citas con los y las psicólogas.
“Le estamos dando mucha importancia a este tema, porque creo que ellos son el futuro y dependerá de nosotros también si les damos las herramientas para prevenir las faltas administrativas”, explicó.
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Estadísticas de menores infractores atendidos
En cuanto a las estadísticas de los menores infractores que han atendido en esta instancia, registran a 215 varones y 19 mujeres, ya que las faltas que más cometen son por estar probando sustancias ilícitas en la vía pública, principalmente marihuana y cristal, además de realizar grafitis en paredes de viviendas privadas o estar en sitios en donde no se permite el acceso a menores, precisó.
Sobre este universo de menores infractores, son cinco los que residen en el área.
Importancia de las redes de apoyo familiar
Kandy Mendoza destacó que lo más importante es que los menores infractores tengan una red de apoyo cercana, es decir, que cuenten con la ayuda de sus familiares, pero en la Secretaría proporcionan el respaldo para que ellos se contacten con sus familiares.
Explicó que las y los menores infractores no tienen el mismo trato que la persona adulta, porque cuentan con una estancia en donde pueden permanecer. Sin embargo, muchas veces llegan en estado inconveniente por haber consumido sustancias ilícitas, entonces tienen que esperar un tiempo para que su cuerpo se desintoxique, pero el reglamento de la Secretaría de Justicia Cívica y Convivencia Humana establece que pueden retener a los infractores hasta cuatro horas.
Kandy Mendoza señaló que en el transcurso del tiempo que les toma a los y las infractores desintoxicarse es cuando llaman a sus redes de apoyo. De no hallar a nadie, es cuando contactan a la Procuraduría del Menor que atiende casos del DIF, pero lo que realmente interesa es que papá y mamá absorban la responsabilidad con el menor.
Proceso judicial y participación de los padres
Posteriormente, los y las infractores pasan a la audiencia con el juez cívico en compañía de sus padres para que informe sobre la falta, por lo que llegan a un proceso para tomar una decisión a favor de los jóvenes.
La funcionaria mencionó que increíblemente los menores infractores están colaborando en las terapias y no se pierden sus citas con los especialistas en psicología, ya que han visto que los y las jóvenes infractores solamente quieren ser escuchados.
Kandy Mendoza relató que anteriormente, el juez cívico solamente canalizaba al menor y los infractores no seguían el proceso de las terapias, pero ahora ellos (menores) tienen que asistir a las terapias psicológicas que tienen en la Secretaría, siempre en compañía del tutor.
“Una vez que ellos (menores infractores) cumplan con estas terapias, mínimo cinco, revisan el diagnóstico psicológico para saber si son aptos de ir a una instancia deportiva, cultural o de oficio. Tenemos que ver que ellos sean aptos para integrarse también y no tengan un tema que se pueda complicar en el trayecto”, dijo.