Durante la temporada vacacional de Semana Santa, se detectaron 23 casos de trabajo infantil en las calles informó Jesús Rodríguez, director del DIF municipal.
El funcionario dijo que el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) del municipio de Playa del Carmen continúa trabajando para atender los casos de violencia familiar que afectan principalmente a niñas, niños y sus madres, con el objetivo de reintegrarlos a un entorno sano y prevenir futuros actos de violencia,
Estos menores ya fueron reintegrados a sus núcleos de apoyo y seguimos dando seguimiento puntual a cada situación, precisó.
En relación con el programa 10-17, enfocado en prevenir que menores abandonen sus estudios para trabajar, Rodríguez indicó que actualmente solo se atiende un caso activo, aunque en diciembre pasado se detectó a cuatro menores que ya se encuentran integrados de manera permanente.
“Los resultados han sido positivos para las familias que reciben nuestra atención”, afirmó.
El titular del DIF subrayó que, lamentablemente, reciben reportes diarios de violencia familiar. Las colonias con mayor incidencia, según los registros de la dependencia, son Luis Donaldo Colosio y Villas del Sol.
“El reto es claro: prevenir la violencia desde el núcleo familiar. Si logramos eso, avanzamos también en la prevención del delito y de la reproducción de patrones de violencia en el estado”, enfatizó Rodríguez.
Dan atención a generadores de violencia
El DIF municipal también brinda atención psicológica tanto a las víctimas como a los agresores.
“Están participando más los hombres y haciendo conciencia de lo importante que es no generar violencia”, dijo.
Explicó que han logrado trabajar con los hombres que ejercen violencia, no solo con mujeres y menores. Muchos de ellos están asistiendo a terapia y entendiendo la importancia de no repetir estos ciclos.
Los agresores deben cumplir con un proceso terapéutico de entre tres y cuatro meses en el Centro Familiar, donde también se identifican otras problemáticas como carencias alimentarias o de salud que pueden estar vinculadas con los episodios de violencia.
Rodríguez subrayó que el consumo excesivo de bebidas alcohólicas por parte de los padres sigue siendo uno de los principales detonantes de violencia familiar. Por ello, el DIF trabaja en coordinación con el Instituto Municipal de la Mujer y el Grupo Especializado de Atención a la Violencia Familiar y de Género (Geavig).
“Nosotros no soltamos un caso, sobre todo cuando hay menores de edad involucrados, hasta después de seis meses de seguimiento activo”, puntualizó el funcionario.