Con base en la transición del manejo del refugio que atendía a mujeres víctimas de violencia extrema en Playa del Carmen, que operaba el gobierno del estado y pasará a manos del municipio, el Ayuntamiento de Solidaridad debe tomar en cuenta los lineamientos estipulados por la Conavim y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), con apego a lo que establece la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Como publicó NewsDay Caribe, el refugio que albergaba a las mujeres en estado vulnerable cerró, como parte de un proceso de transición, pero reabrirá sus puertas bajo el control del municipio.
Su reapertura debe ceñirse al modelo de atención de refugios para mujeres víctimas de violencia y sus hijas e hijos del Inmujeres, que establece las características que debe poseer un refugio de este tipo en México.
El documento indica que, en el país, hay 66 refugios. Uno de ellos es mixto, es decir, está a cargo de una asociación civil y de un municipio; otros 34 son operados por la sociedad civil organizada, y 31 son llevados por gobiernos estatales y locales.
Los refugios son de alta seguridad, por lo cual su ubicación es confidencial; su estructura, equipamiento y personal están adaptados y capacitados para proporcionar servicios de protección integral a las mujeres.
Conforme al modelo, los refugios se diferencian por el número de familias que puedan atender de manera simultánea, hasta por un lapso de tres meses.
El cupo máximo sugerido por refugio es de 10 familias, cada una compuesta de una mujer con sus hijas e hijos, en promedio tres.
Indica que algunos de los objetivos específicos son otorgar atención psicológica a las mujeres, niñas y niños; suministrar orientación y atención jurídica especializada sobre los derechos que asisten a las víctimas, así como acompañarlas para que, al salir del refugio, desarrollen un proyecto de vida libre de violencia.
El Inmujeres establece que al refugio pueden ingresar mujeres mayores de 18 años de edad, estando solas o en compañía de sus hijas e hijos.
Pueden ser resguardadas también las mujeres menores de 18 años de edad que hayan estado en pareja o vivido algún tipo de violencia de género, que esté en riesgo su vida e integridad, con previa valoración al refugio por algún centro o institución acreditada.
En caso de no cumplir con el requisito, pueden ingresar al refugio a petición de la Procuraduría del Menor, el DIF municipal, el juez competente, y, en caso de emergencia, por el Ministerio Público, como medida precautoria.
Dicho modelo de Inmujeres informa que el egreso de las víctimas sucede por los siguientes motivos: por la voluntad de la víctima, traslado necesario a otro refugio, incumplimiento o violación del reglamento interno por parte de la víctima, o bien, por la conclusión del programa de intervención.
En el refugio de Solidaridad, en el último período atendieron a nueve mujeres, informó la titular del DIF del gobierno del estado, Abril Sabido Alcerreca.
Es por ello que, con la desaparición del Instituto Quintanarroense de la Mujer (IQM), absorberá la responsabilidad la Secretaría de la Mujer.
“Nosotros no teníamos refugio en zona norte, era con operatividad que se llevaba desde hace tiempo”, dijo.
