Para prevenir la violencia contra la niñez y evitar la fractura del ser humano desde la infancia, el gobierno de Quintana Roo lanzó “L@s niñ@s no se rompen”, una campaña institucional que busca cimbrar conciencias y mover voluntades a favor de las infancias, como sujetas de derecho y futuras ciudadanas y ciudadanos.
La iniciativa parte de ubicar como una de las raices que explican la profunda descomposición individual y social que ha padecido el estado (y México), a las violencias que las personas viven desde su infancia.
Lo anterior, sumado a un entorno precario, violento e inseguro, hace que las y los menores de edad al ser lastimados sean más vulnerables a caer en las adicciones o en la delincuencia, como caminos para evadirse, refugiarse o solucionar –aparentemente– los problemas que padecen.
En ese entendido, el gobierno estatal busca –a través de esta campaña– crear conciencia sobre la importancia de proteger a los niños y niñas de las adicciones y la violencia.
El mensaje es contundente: Niñas y niños no deben ser “rotos”, sino cuidados, procurándoles entornos sanos, seguros; ser escuchadas y escuchados y atendidas sus necesidades de forma prioritaria, para formar personas y ciudadanos y ciudadanas en esa misma vía, explicó a NewsDay Caribe la gobernadora de Quintana Roo, “Mara” Lezama.
“Las niñas y los niños no deben romperse. No deben ser el botín del matrimonio cuando hay un divorcio. No debe haber una niña tocada por el suegro, el padrino, abuelo o el padrastro, ni una mamá que le diga ‘no es cierto’, ‘malinterpetraste’ o el violentador que amenaza a la mujer con matarla a ella o a su familia si se va.
“La campaña de eso se trata. Es un tema de valores. El objetivo general consiste en atacar una de las causas de violencia y adicción desde el ámbito familiar y poniendo especial atención a los más débiles: Las niñas y niños.
“Se plantean como objetivos particulares el generar diálogos con los padres y madres de familia; crear conciencia sobre las consecuencias del abandono de nuestras hijas e hijos y fomentar las buenas relaciones familiares”, ahondó.
La campaña visual echa mano de imágenes disruptivas y va acompañada de frases para llamar a la reflexión de todas y todos, especialmente de padres y madres de familia y personas a cargo del cuidado de las infancias:
- “Si tú no le hablas, hablará con los delincuentes”,
- “Si tú no lo escuchas, escuchará a las adicciones”,
- “Si tú no le crees, creerá en el violentador”,
- “Si tú no lo abrazas, abrazará a la delincuencia”.
El origen de la campaña
La iniciativa fue ideada por la propia Lezama Espinosa, a partir de las experiencias que ha acumulado, los testimonios que ha escuchado y los casos que ha atendido durante más de 20 años de trayectoria como gestora social, dice durante la conversación.
A ello se suma su posición desde el 2018, dentro de la función pública, primero como presidenta municipal de Benito Juárez, con cabecera en Cancún y desde el segundo semestre de 2022, como gobernadora del estado.
Lezama Espinosa se dice convencida de que el rescate de valores dentro del hogar, el cuidado, la atención y amor hacia las hijas e hijos, evitan que “se rompan” y luego caigan en conductas destructivas que generan personas adultas en conflicto personal y social.
“Hay muchas niñas y niños rotos. Los niños de la calle, los niños que abandonan. ¿Cómo no se rompen? Con amor, con atención, con valores”, expresó.
Esta idea se fue desarrollando conjuntamente con el Instituto contra las Adicciones, la Coordinación General de la Estrategia Integral para la Construcción de Paz y el equipo creativo publicitario del estado, durante diciembre y enero pasados.
El resultado fue una campaña que desde el gobierno es definida como “un llamado a la acción; una invitación a construir entornos seguros donde cada niño pueda crecer sin temor y con amor”, en el entendido de que la protección y el fortalecimiento de la infancia deben ser prioritarios en la sociedad.
“Necesitamos generar espacios seguros y abiertos dentro del núcleo familiar (…) Buscar sanar las heridas en esos niños, que los empujan a las adicciones y a unirse a las filas del crimen organizado”, dijo Lezama Espinosa.
Sin embargo, también admite que la campaña por sí misma no es suficiente.
“No es una campaña de papel. No es un discurso de los niños no se rompen, no. Para que no se rompan, tienen que tener educación, escuela, comida, amor, vestido”.
Por eso, explica, la iniciativa forma parte de una política transversal que no solo se limita a los anuncios o la publicidad para generar esa conciencia de cuidado y protección, sino que se diversifica con otras acciones, a través de programas de corte social, como Mujer es Poder, de espacios como FARO, en Cancún, del fomento y financiamiento al deporte, a la cultura, a las artes y al trabajo que se hace con la iniciativa privada para que caminen en la misma vía.
Reconoce también que la tarea es titánica. “No me alcanzarían ni 30 años en el gobierno para lograrlo”, expresa, para luego afirmar que de cualquier modo es una labor que debe emprender. “Y si lo logramos, vamos a transformar a toda una generación”.
Los datos duros de una dura realidad
Para fundamentar sus palabras sobre el impacto que las violencias desde casa, tienen en infantes, adolescentes y personas adultas, “Mara” citó datos del Instituto contra las Adicciones.
Mencionó que de las y los usuarios atendidos con adicción a drogas duras, un 95 por ciento manifestó haber tenido algún abuso en la infancia; que no ha habido un solo caso en el que la adicción no fuera síntoma de maltrato, abuso, abandono o cualquier tipo de violencia.
“Cuando atiendes a chavos con drogas, el 95 por ciento te dice que tuvo abuso en la infancia. Es un número, de verdad, altísimo, altísimo. Todas las adicciones tienen sintoimas de maltrato, de abuso, de abandono o de violencia vicaria. Siempre vienen de la mano de un tema de violencia”, sostuvo.
Comentó que el abandono de todo tipo fungió como el verdadero origen del problema, al crear un vacío “que luego no siempre se llena con amor, sino con violencia”.
Que en México, el 11 por ciento de las madres son solteras y en Quintana Roo el dato asciende a un 30 por ciento, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Que el DIF Quintana Roo calcula la existencia de 18 mil niñas y niños en situación de calle en el estado. Y que el estilo de vida de jornadas de trabajo de hasta 16 horas por la demanda turística, provocan hijas e hijos criados en solitario.
“Muchos niños y adolescentes se enfrentan a situaciones de riesgo que pueden llevar a la violencia y el abuso de sustancias. Esta campaña se propone propiciar un entorno donde los niños se sientan seguros, apoyados y conectados, minimizando el riesgo de caer en comportamientos destructivos.
“Un niño roto es mucho más propenso a que sea violentado, que se meta en actividad autodestructivo. La infancia es una etapa fundamental en el desarrollo, en todo. Claro que hay que hacer escuelas, pero primero hay que formar niños fuertes, bien comidos, desayunados, bien atendidos, sin abusos. El niño tiene que tener amor”, reiteró la mandataria estatal.