La Asociación Mexicana de Hábitats para la Interacción y Protección de Mamíferos Marinos (Amhmar) afirmó que las reformas al artículo 60 BIS de la Ley General de Vida Silvestre (LGVS), no implican el cierre inmediato de los delfinarios en México y se pronunció por elevar la discusión sobre el tema, más allá de la emoción, con base en criterios científicos.
“Llamamos a una discusión responsable, basada en evidencia, no en emociones. La verdadera conservación se construye con conocimiento, no con prohibiciones mal diseñadas”, subrayó, como parte de un breve pronunciamiento.
En paralelo, la Asociación de Zoológicos Criaderos y Acuarios del país (Azcarm), acusó al Partido Verde (PVEM) de “condenar a muerte” a más de 600 mamíferos marinos, como resultado de la aprobación de las modificaciones legislativas bautizadas como “Ley Mincho”.
“En medio de la mayor crisis ambiental y de extinción de fauna silvestre que haya atravesado nuestro país, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) está por repetir la masacre de cientos de animales que provocó hace exactamente 10 años por su ignorancia y por atender la agenda política y los intereses económicos de asociaciones extranjeras y de altos funcionarios”, afirmó la AzcarmZCARM.
Ernesto Zazueta, presidente de esta última asociación, fue más allá al asegurar que las reformas en comento, son una “vendetta personal del Partido Verde”, contra el sector, supuestamente ajena al bienestar animal, pero ligada a una agenda política y económica, no del gobierno de México, sino de la titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Mariana Boy.
Zazueta acusó a la funcionaria de “olvidar que ya no debe atender a los intereses de la organización verde canadiense a la que perteneció muchos años, sino a los graves problemas ambientales nacionales y a las necesidades sociales y económicas primordiales de las y los mexicanos”.
En esa línea, reprochó a la funcionaria y al PVEM en el que milita, de impulsar una agenda cuyo enfoque calificó como “extremista y unilateral” que, en su opinión, puede tener consecuencias “muy negativas para la conservación”.
La postura de ambas asociaciones son la respuesta a lo ocurrido el pasado 23 de junio, cuando el Senado de la República aprobó por unanimidad de votos el dictamen –con modificaciones– que prohíbe explícitamente el uso de mamíferos marinos en espectáculos fijos, como los delfinarios y acuarios; itinerantes, como circos o presentaciones móviles; así como cualquier actividad con fines que no sean científicos, educativos, de conservación o preservación.
La actual será la última generación de mamíferos marinos en cautivero
De este modo, los delfinarios ya no podrán seguir utilizando a estos animales u otras especies marinas para presentaciones con fines recreativos o comerciales, pero ello no significa el cierre inmediato de los delfinarios, si no que la generación actual de mamíferos marinos será la última en mantenerse en cautiverio con fines recreativos, de acuerdo con lo dicho en tribuna por la senadora Maki Ortiz.
La prohibición abarca la reproducción de mamíferos marinos en cautiverio y establece que cetáceos como delfines y orcas deberán mantenerse en corrales marinos, no en albercas de concreto o estanques y sí en instalaciones abiertas.
Tras su aprobación, el proyecto de decreto de la llamada “Ley Mincho” habrá de ser turnado a la Cámara de Diputados para su revisión y eventual discusión y votación.
El antecedente de 2015: Circos sin animales y las consecuencias
La noticia, celebrada por organizaciones ambientales y algunas autoridades locales, cayó como balde de agua fría entre asociaciones encargadas del cuidado de mamíferos en cautiverio.
La Amhmar aclaró que el cierre de delfinarios no es inmediato y que prohibir la reproducción sin fines de conservación “es contraproducente”, porque “impide el manejo ético y científico” de los animales en cautiverio y va contra principios legales nacionales e internacionales.
Al aclarar que existe disposición de dialogar y cumplir con la ley, urgió a establecer una reglamentación científica y a definir protocolos claros sobre manejo, control reproductivo y condiciones de bienestar con base en ciencia y participación experta.
En tanto, la Azcarm se remontó al 2015 cuando con el impulso del PVEM, se aprobó la iniciativa de Circos sin Animales, lo que llevó a casi mil ejemplares “al abandono y a la muerte”.
“Ahora quiere prohibir la tenencia de mamíferos marinos en instituciones zoológicas, acuarios y delfinarios sin tomar en cuenta que el 60 por ciento de estos animales fueron rescatados de situaciones de riesgo en vida silvestre y que despojarlos del cuidado humano los llevaría directamente a la muerte.
“Su iniciativa no solo parte de la absoluta ignorancia, sino que en su afán de ganar popularidad, poder y dinero de manera fácil, los del Verde ignoran o no comunican que estos animales no pueden simplemente ser ‘devueltos’ al océano sin condenarlos a una muerte segura”, alertó Ernesto Zazueta, presidente de la asociación.
Zazueta planteó que en el dictamen no ha quedado establecido qué va a pasar con los mamíferos marinos en cautiverio, a dónde los van a llevar y con cuánto recursos se cuenta.
“Y, por si esto no fuera suficientemente trágico, tampoco están contemplando que estarían acabando con aquellos espacios que diariamente atienden a mamíferos marinos enmallados, lesionados, heridos, enfermos o huérfanos en todo el país, lo que provocará una mortandad de fauna aún más masiva y mucho sufrimiento sin solución para las especies marinas”, manifestó.
Aunado a ello mencionó que, en su opinión, otro “gran daño y golpe al sector ambiental”, de aprobarse la “Ley Mincho”, sería la pérdida de investigación en fauna y ecosistemas marinos y la falta de formación para profesionales en la materia.
“La prohibición del cuidado humano de mamíferos marinos nos conducirá a la terrible pérdida de oportunidades de investigación y formación de especialistas en esta área, lo que afectará muy negativamente el avance del conocimiento vital no solo para lograr el rescate y conservación de cientos de especies sino de todos los ecosistemas marinos que hoy están degradándose aceleradamente por la contaminación, la sobre explotación y los mega desarrollos”, señaló.
Lo anterior es inexacto, debido a que las reformas a discutirse en la Cámara Baja contemplan excepciones para hacer efectiva la prohibición del cautiverio de mamíferos marinos, que abarcan precisamente, los fines de conservación, investigación científica e incluso, rehabilitación de especies lesionadas, toda vez que lo que se prohíbe es el cautiverio con fines comerciales.