La Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Quintana Roo respaldó la propuesta de reforma constitucional que busca establecer una jornada laboral de 40 horas semanales, en lugar de las 48 actualmente vigentes, sin treguas, ni pausas, como proponen organismos empresariales.
El dirigente sindical, Isidro Santamaría Casanova, indicó que esta demanda forma parte de las históricas solicitudes del sector obrero desde 1936.
En entrevista, señaló que algunos centros de trabajo ya han comenzado a aplicar este esquema de manera voluntaria. Aseguró que han identificado casos en los que las empresas han logrado mantener sus niveles de productividad pese a la reducción de horas, siempre que exista disposición para reorganizar los turnos.
“Obviamente (estamos) a favor y quiero decirte que hay unas empresas que comienzan a buscar la forma de poderse adecuar a una realidad que no debe pasar del 2030, dice nuestra presidenta de la República (Claudia Sheinbaum).
“Pero nosotros decimos que es demasiado tiempo. Debe ser ya. Debe ser a más tardar al 2026 o 2027 cuando mucho”, afirmó.
Resistencia empresarial y propuestas alternativas
El dirigente reconoció que existen posturas contrarias dentro del sector empresarial, como las expresadas por Coparmex o el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que han propuesto que la implementación se realice de forma escalonada y mediante incentivos.
Estos organismos han solicitado que, en caso de aprobarse, el nuevo esquema no sea de aplicación inmediata, sino que contemple plazos y estímulos para facilitar su adopción.
Al respecto, subrayó que México es uno de los países con mayor número de horas laborales, comparado con otras naciones.
“Tenemos que sentarnos a dialogar los sectores de la producción y buscar lo mejor para México y considero que todos podemos hacer un esfuerzo para lograr las 40 horas. Somos uno de los pocos países en el mundo que trabajamos 48 horas, no puede ser; estamos atrasadísimos. Hay lugares en los que se trabaja hasta 36 horas”, expresó.
En este contexto, sostuvo que la reforma permitiría avanzar hacia condiciones más equitativas y con mayor respeto a los derechos laborales.
“Estamos hablando de un derecho humano que está en la Constitución. No lo estamos inventando”, expresó.
Añadió que el tiempo de descanso también es un derecho y que hay empleadores dispuestos a acatar la reforma.
A juicio del dirigente, este tipo de cambios requiere voluntad tanto del poder legislativo como del sector productivo, por lo que hizo un llamado al diálogo para lograr consensos que permitan la entrada en vigor de la nueva jornada sin afectar los procesos productivos.