En los últimos cinco años, la presencia de las mujeres en la actividad económica de Quintana Roo ha mostrado un aumento significativo, alcanzando su punto máximo en 2023. Según el Censo Económico del Inegi, las mujeres representan el 42% de la fuerza laboral en el estado, destacándose principalmente en el comercio y los servicios no financieros. Este avance refleja un cambio importante en la dinámica laboral de la región.
Distribución laboral de las mujeres en Quintana Roo
De acuerdo con los datos del Censo Económico de Quintana Roo, en 2024 se mantuvieron activos 74,640 negocios, que dieron empleo a 480,287 personas. Una parte importante de esta actividad económica está representada por las mujeres, quienes en 2018 constituían el 40.7% de las personas ocupadas con empleo, porcentaje que aumentó al 42% en 2023.
Incluso, desde 2003, la participación femenina en la actividad económica de Quintana Roo ha crecido exponencialmente. En ese año, apenas alcanzaba el 33%, llegando a su punto máximo en 2023.
La mayoría de las mujeres en el estado se dedica al comercio, con un 48.6% trabajando en esta área. Un 42.8% desempeña actividades relacionadas con servicios privados no financieros, como salud, estética, cuidado infantil, asistencia especializada y servicios de apoyo profesional. Además, un 24.6% de las mujeres trabaja en la industria manufacturera.
Inclusión laboral de personas con discapacidad
El Censo Económico de Quintana Roo, elaborado por el INEGI, también reveló que 808 empresas en el estado emplean a personas con discapacidad.
Las personas con dificultades para ver representan el mayor grupo de trabajadores con discapacidad, con 3,967 empleados, quienes mejoran su visión usando lentes.
El segundo grupo más representado incluye personas con dificultades de movilidad, con 388 empleados. Le siguen las personas con dificultades para oír y que usan aparatos auditivos (167 empleados) y aquellas con problemas para hablar o comunicarse (138 empleados).
En Quintana Roo, el dinero en efectivo sigue siendo la principal forma de pago para las empresas. Sin embargo, esta práctica ha disminuido ligeramente. En 2018, el 93% de las empresas utilizaba efectivo, mientras que en 2023 la cifra bajó al 88.4%, según datos del INEGI.
