Dos casos de secuestro virtual con modalidad de extorsión telefónica fueron atendidos en Quintana Roo por elementos del Grupo Centurión de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, en coordinación con la Fiscalía General del Estado. En ambos eventos, las víctimas fueron manipuladas psicológicamente mediante llamadas y videollamadas que simulaban un secuestro, logrando engañar y extorsionar a sus familiares con elevadas sumas de dinero.
Primer caso: extorsión mediante fotografía falsa y aislamiento forzado
En el primer incidente, una mujer en Cancún denunció haber recibido mensajes vía WhatsApp de números desconocidos. En ellos, los extorsionadores se hicieron pasar por su hijo y le exigieron 200 mil pesos. Incluyeron una fotografía en la que supuestamente aparecía su hijo con las manos hacia atrás frente a una barda de block.
Paralelamente, el joven recibió una llamada en la que le pidieron trasladarse a una tienda Bodega Aurrera entre las avenidas José López Portillo y Lak’in. Allí, siguiendo instrucciones telefónicas, borró las aplicaciones de su celular y posteriormente abordó un taxi, que lo llevó a un hotel en la Supermanzana 60. Ya dentro, fue obligado a colocarse casco y lentes frente a una videollamada. Tras varias horas, fue liberado y regresó al punto donde había dejado su motocicleta, la cual ya había sido asegurada por agentes de la SSC como parte del operativo de localización.
Segundo caso: 101 mil pesos depositados y presiones para más
En el segundo caso, la madre de una víctima de Cancún, denunció haber recibido una videollamada desde el número de su hijo, donde un encapuchado afirmaba tenerlo secuestrado. Bajo amenazas constantes, la mujer logró reunir 101 mil pesos mediante retiros y préstamos, que fueron depositados en cuentas indicadas por los extorsionadores. Posteriormente, recibió nuevas exigencias para entregar otros 200 mil pesos.
El hijo, un taxista de 25 años, fue interceptado por un supuesto pasajero y obligado a trasladarse a un hotel en el Fraccionamiento Kusamil. Allí, bajo la vigilancia de un individuo identificado como “Pantera 51”, fue forzado a desnudarse frente a la cámara. Durante este tiempo, mantuvieron contacto constante con sus padres para presionarlos mediante amenazas.
Según el comunicado oficial, las llamadas extorsivas fueron rastreadas hasta el interior del Centro de Reinserción Social (CERESO) de Altamira, Tamaulipas. Gracias a labores de geolocalización, las autoridades lograron ubicar a ambas víctimas con vida y en buen estado.
El Grupo Centurión y la Fiscalía Especializada en Combate a los Delitos de Secuestro y Extorsión brindaron atención inmediata a las víctimas y sus familiares, reforzando el llamado a la población para denunciar este tipo de delitos de forma oportuna.
