Durante la declaratoria formal de la temporada de recale de sargazo, realizada en las playas de Puerto Morelos, el titular de la Secretaría de Medio Ambiente (SEMA) de Quintana Roo, Oscar Rébora, anunció la construcción de un Centro Integral de Saneamiento y Economía Circular para el manejo de esta macroalga.
Acompañado por la gobernadora del estado, “Mara” Lezama, y la presidenta municipal de esa demarcación costera, Blanca Merari Tziu, el funcionario indicó que este Centro se suma a las acciones coordinadas entre los tres órdenes de gobierno para contener, recolectar y disponer adecuadamente del alga marina, tanto en el mar como en tierra.
“Este proyecto tiene como objetivo brindar una solución a largo plazo para la gestión del sargazo, aguas y lodos residuales, que mitigue riesgos ambientales y de salud pública, además de incentivar la economía local y la prosperidad compartida”, detalló.
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El secretario señaló que se busca transformar al sargazo de un pasivo ambiental en un recurso aprovechable dentro de un esquema de economía circular.
“Estamos convencidos de que la solución no es solo recolectarlo, sino también entenderlo, investigarlo y utilizarlo de forma útil para la sociedad”, indicó.
Durante su intervención, recordó que el recale masivo de sargazo forma parte de un proceso natural, intensificado por factores como el cambio climático, la contaminación de ríos y mares, así como el aumento de nutrientes en el mar derivados de actividades humanas.
“El sargazo no es un fenómeno exclusivo del Caribe mexicano. Tiene un origen complejo, vinculado a zonas como el Amazonas, África y el propio Caribe, por lo que es importante estudiarlo a fondo”, expuso.
La acumulación masiva afecta la calidad del agua, impide el paso de la luz solar, altera la vida marina y deteriora las playas, explicó.
Contención y manejo: 40 mil millones de pesos al año
Rébora confirmó que la presencia de sargazo en las costas de Quintana Roo ha tenido un impacto económico considerable.
Citando un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), señaló que el recale masivo de esta macroalga equivale al 11.6% del Producto Interno Bruto (PIB) del estado, lo que representa 40 mil millones de pesos anuales.
“Este dato, por sí solo, refleja la magnitud del fenómeno y la urgencia de atenderlo con responsabilidad y visión de Estado.
“Enfrentar este fenómeno no es sencillo ni inmediato. Requiere estudios científicos, planeación a mediano y largo plazo, refuerzos humanos, maquinaria, coordinación institucional y, sobre todo, compromiso social”, subrayó.
El sargazo no es el enemigo
Al tomar la palabra, la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa, hizo un llamado a cambiar la percepción sobre la presencia masiva del sargazo en las costas del Caribe mexicano.
“El sargazo no es el enemigo, es un síntoma. Un síntoma profundo de la crisis climática. La naturaleza nos habla en silencio y algo nos quiere decir. No podemos hacer oídos sordos”, expresó.
La mandataria afirmó que su administración ha destinado más de 383 millones de pesos, desde finales de 2022 a la fecha, para la atención integral del problema.
“Estos recursos se han invertido en maquinaria, ciencia, tecnología, personal y recolección, con el objetivo de convertir al sargazo en un activo mediante su aprovechamiento sostenible”, explicó.
También subrayó la importancia de la participación ciudadana y del trabajo conjunto entre sociedad civil, hoteleros, académicos y los tres órdenes de gobierno. Destacó, además, la necesidad de incorporar la educación ambiental en todos los niveles.
“Cuidar al planeta es cuidar la vida, es cuidar lo que somos. La prosperidad compartida solo puede lograrse si también hay responsabilidad compartida”, señaló.
Lezama reiteró que no se permitirá que las malas prácticas ambientales continúen generando fenómenos como el sargazo, en detrimento del ecosistema y la actividad turística del estado.
“Vamos a trabajar todos los días para que este fenómeno jamás detenga a los destinos turísticos de Quintana Roo, pero queremos destinos con bienestar”, expresó.
Agregó que, de febrero a abril, se han recolectado 10 mil 236 toneladas de sargazo; y aunque se prevé un recale menor en comparación con otros años, aseguró que se está preparado para atender cualquier incremento en el arribo.
La estrategia de SEMAR
La Secretaría de Marina (SEMAR), encargada de las acciones operativas de contención y recolección del alga desde 2019 por mandato presidencial, explicó el despliegue técnico que se realiza en las costas del estado.
La estrategia incluye la instalación de barreras marinas, el uso de embarcaciones sargaceras para recolectar el alga en aguas someras, y brigadas de limpieza en tierra.
“El enfoque es contener el sargazo en el mar, donde es más fácil y menos costoso recolectarlo, antes de que llegue a la playa”.
“Cuando arriba a la costa, se aplican protocolos para retirarlo sin afectar la arena ni los ecosistemas costeros, como la anidación de tortugas”, se detalló.
Fases de la estrategia
La ejecución de la Estrategia para la Atención al Sargazo consta de diversas fases.
Una de ellas es el monitoreo, para ubicar las masas de macroalgas flotantes y anticipar hacia dónde se dirigen, con base en información sobre condiciones de viento y corrientes.
Se estima la cantidad de sargazo, el tiempo y los puntos en tierra donde posiblemente arribará.
La fase de recolección implica dos frentes: el marino y el terrestre. Para intervenir en el frente oceánico se emplea un buque sargacero, otros 11 costeros y 22 embarcaciones menores, con el objetivo de recoger la macroalga y evitar que llegue a las playas.
La fase de contención consiste en la instalación estratégica de barreras en las inmediaciones de las playas, para retener el sargazo y canalizarlo hacia los puntos de recolección.
Hasta el momento, hay 9 mil 500 metros de barrera instalados en playas de distintos municipios del estado, según la SEMAR.
La limpieza de playas es la siguiente fase e involucra el esfuerzo conjunto de los gobiernos, el sector hotelero, prestadores de servicios y la comunidad, para retirar el sargazo que logra llegar a la costa.
Finalmente, la fase de disposición final contempla el transporte del sargazo recolectado hacia los sitios destinados para su depósito.